domingo, 18 de abril de 2010

Si me pides perdón, viviré más

Una serie de estudios realizados por científicos americanos ha revelado que las mujeres que reciben disculpas tras un comportamiento hiriente sufren menos afecciones cardíacas y menos estrés. Sin embargo, los hombres no gozan de los beneficios derivados de recibir disculpas, ya que su presión sanguínea no vuelve a la normalidad tan rápido tras una disculpa como lo hace la de las mujeres.

Los estudios han revelado, a raíz de observar la presión sanguínea diastólica de hombres y mujeres, que el pulso de una mujer enfadada vuelve a la normalidad tras recibir una disculpa por el comportamiento que le ha ofendido, un 20% más rápido que el de un hombre en las mismas condiciones. Es más, si no recibe esa disculpa, la presión sanguínea de la mujer tardará más en volver a la normalidad que en el caso de que la hubiesen pedido perdón. Uno de los investigadores explica: " los resultados muestran que existen beneficios potenciales para la salud en cuanto al perdón", y es que, si el hecho de a una mujer se le pida perdón por un comportamiento que le ha molestado influye positivamente en su presión sanguínea, tendrá menos estrés y es menos susceptible de sufrir problemas cardíacos.

Para hacer el experimento, se tomó una muestra de 29 hombres y 59 mujeres a los que les pidieron que realizasen una operación matemática en un espacio de tiempo de 5 minutos. Sin embargo, los individuos eran interrumpidos cuando sólo habían pasado 2 minutos y los científicos les pedían bruscamente que se diesen más prisa en resolver el problema. Se les interrumpía hasta dos veces más antes de que hubiesen transcurrido los 5 minutos para exigirles celeridad a los individuos. Cuando acababan la prueba, les decían que "obviamente no eran lo suficientemente buenos" y, finalmente, se les pedía perdón a la mitad de los hombres y de las mujeres para analizar sus reacciones.



Rocío González

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